Logopedia en enfermedades neurodegenerativas: cómo ayuda y en qué momento intervenir

Las enfermedades neurodegenerativas suponen un reto creciente en el ámbito sanitario y social, debido a su impacto progresivo sobre las funciones físicas, cognitivas y comunicativas de las personas afectadas. Entre las múltiples dificultades que conllevan, los problemas del habla, el lenguaje y la deglución ocupan un lugar central, ya que interfieren directamente en la calidad de vida y en la autonomía del paciente.

La logopedia juega un papel fundamental en el abordaje de estas alteraciones, proporcionando herramientas para preservar la comunicación y la seguridad alimentaria en todas las fases de la enfermedad. En este artículo abordamos cómo y cuándo debe intervenir un logopeda en el contexto de las enfermedades neurodegenerativas, así como las técnicas más utilizadas para adaptar la intervención a las necesidades específicas de cada persona.

¿Qué son las enfermedades neurodegenerativas?

Son un grupo de enfermedades caracterizadas por la pérdida progresiva de la estructura o función de las neuronas, las células fundamentales del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal). Esta degeneración lleva a un deterioro gradual de diversas funciones corporales y cognitivas.

Algunas de las enfermedades neurodegenerativas más conocidas son:

  • Parkinson: Afecta principalmente a las neuronas productoras de dopamina, causando temblores, rigidez, lentitud de movimientos y problemas de equilibrio.
  • Alzheimer: Se caracteriza por la acumulación anormal de proteínas en el cerebro, provocando pérdida de memoria, dificultades en el lenguaje, el pensamiento y el comportamiento.
  • ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica): Degenera las neuronas motoras, responsables del control de los músculos voluntarios, llevando a debilidad muscular progresiva, parálisis y dificultades para hablar, tragar y respirar.
  • EM (Esclerosis Múltiple): Es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca la mielina, la capa protectora de las fibras nerviosas del cerebro y la médula espinal, causando una amplia variedad de síntomas neurológicos.

Los efectos de estas enfermedades se producen de manera progresiva sobre el sistema nervioso central. La degeneración neuronal conduce a un deterioro gradual de las funciones controladas por las áreas afectadas del cerebro y la médula espinal. Esto puede manifestarse en problemas de movimiento, cognición, lenguaje, deglución y otras funciones vitales.

Alteraciones del habla y la comunicación asociadas

Las enfermedades neurodegenerativas frecuentemente impactan sobre las habilidades de comunicación debido al deterioro de las estructuras neurológicas involucradas en el habla, el lenguaje y la deglución. En ellas pueden aparecer las siguientes alteraciones:

  • Disartria: Dificultad para articular sonidos a causa de una debilidad o falta de coordinación de los músculos responsables del habla (labios, lengua, mandíbula, velo del paladar, laringe y músculos respiratorios). El habla puede sonar arrastrada, imprecisa, lenta o con un volumen bajo.
  • Disfagia: Problemas para tragar alimentos líquidos o sólidos de forma segura y eficaz. Esto puede deberse a la debilidad o descoordinación de los músculos de la boca, la faringe y el esófago, aumentando el riesgo de atragantamiento o aspiración, que puede incluso producir asfixia.
  • Problemas cognitivo-lingüísticos: Deterioro de las funciones cognitivas que sustentan el lenguaje (memoria, atención, planificación y función ejecutiva). Esto puede manifestarse en dificultades para encontrar palabras (anomia), comprender el lenguaje, organizar el discurso, seguir conversaciones complejas o entender conceptos abstractos.
  • Cambios en la comunicación verbal y no verbal: Además de las dificultades en el habla y el lenguaje, pueden surgir cambios en la comunicación no verbal, como la expresión facial, la entonación (prosodia), el contacto visual y la comprensión de señales no verbales. La reducción de la expresividad facial o la dificultad para interpretar gestos pueden afectar la interacción social.

¿Cómo puede ayudar la logopedia?

La logopedia desempeña un papel crucial en el manejo de las alteraciones de la comunicación y la deglución asociadas a las enfermedades neurodegenerativas, buscando mantener la funcionalidad el mayor tiempo posible y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.

Mejora de la comunicación

Para mejorar la comunicación de la persona afectada, según el aspecto o los aspectos que permanezcan alterados, es posible realizar:

  • Entrenamiento en articulación: Ejercicios específicos para fortalecer y coordinar los músculos del habla, buscando mejorar la claridad e inteligibilidad del discurso. Se pueden utilizar técnicas para ralentizar el habla, exagerar los movimientos articulatorios o utilizar apoyos visuales.
  • Uso de ayudas externas (Comunicación Aumentativa y Alternativa, CAA): Implementación de sistemas y estrategias para complementar o sustituir el habla cuando ésta se vuelve difícil o imposible. Incluye tableros de comunicación, dispositivos electrónicos con salida de voz o aplicaciones informáticas.
  • Técnicas de respiración y prosodia: Entrenamiento para mejorar el control respiratorio durante el habla, aumentando el volumen y duración de las frases. También se trabaja la entonación y el ritmo para mantener la expresividad y facilitar la comprensión.

Intervención en la deglución

La intervención logopédica en la deglución puede implicar:

  • Ejercicios para mejorar la musculatura orofacial: Fortalecimiento y coordinación de los músculos de labios, lengua, mandíbula y faringe, esenciales para una deglución segura y eficaz.
  • Reeducación de patrones deglutorios: Enseñanza de estrategias y técnicas para modificar la forma en que se tragan los alimentos y líquidos, minimizando el riesgo de atragantamiento o aspiración.
  • Adaptación de alimentos y posturas seguras: Recomendaciones sobre la textura y consistencia de los alimentos y las posturas adecuadas que facilitan una deglución segura.

¿Cuándo se debe intervenir?

La intervención logopédica es beneficiosa en todas las etapas de las enfermedades neurodegenerativas.

  • Intervención temprana para prevenir complicaciones: Permite implementar estrategias preventivas y compensatorias antes de que los problemas se agraven. Ayuda a mantener la autonomía, la comunicación y prevenir la malnutrición y aspiración.
  • Acompañamiento continuo según avance de la enfermedad: La logopedia debe adaptarse a la progresión, ajustando las estrategias y ayudas según las necesidades cambiantes del paciente.
  • Importancia del apoyo a cuidadores: Implica la educación y asesoramiento a familiares sobre estrategias de comunicación y deglución, técnicas de asistencia y formas de facilitar la interacción. Es fundamental para el bienestar del paciente y su entorno.

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