Trastornos de la comunicación en el espectro autista: intervención logopédica

Comunicación en personas con TEA

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) se caracteriza por una constelación de particularidades en la interacción social, la comunicación y la presencia de patrones de comportamiento e intereses restringidos y repetitivos.
Dentro de este espectro, las características comunicativas presentan una notable heterogeneidad, configurando una amplia variedad de perfiles. Estos oscilan desde individuos sin lenguaje verbal o con uso muy limitado hasta aquellos con lenguaje oral fluido pero con dificultades en la pragmática, la comprensión social de la comunicación y la interpretación de sutilezas del lenguaje.
Comprender esta diversidad es fundamental para abordar de manera efectiva las necesidades comunicativas únicas de cada persona con TEA.

Principales trastornos de la comunicación en el autismo

Las alteraciones en la comunicación constituyen un rasgo nuclear del TEA y se manifiestan de diversas maneras:

  • Ecolalia: Repetición de palabras o frases escuchadas, de forma inmediata o diferida. Puede cumplir una función comunicativa inicial, pero su uso persistente puede dificultar la comunicación funcional. La intervención logopédica analiza su función y la redirige hacia formas más adaptativas de comunicación.
  • Lenguaje literal: Tendencia a interpretar de forma literal el lenguaje, lo que dificulta comprender metáforas, ironía, sarcasmo, dobles sentidos o humor. Esto afecta a la comprensión de conversaciones e interacciones sociales complejas.
  • Problemas con la comunicación no verbal (gestos, mirada): Dificultades en producir e interpretar gestos, expresiones faciales y contacto visual. Esto puede limitar la comprensión de intenciones comunicativas y la fluidez en las interacciones.
  • Dificultades en la intención comunicativa: Retos para identificar y expresar necesidades, deseos o información. Esto puede generar frustración y obstáculos en la interacción. La intervención trabaja en desarrollar la conciencia y las herramientas para expresar estas intenciones de forma efectiva.

Intervención logopédica en TEA

Evaluación individualizada

La intervención logopédica es clave para abordar los trastornos de la comunicación en el TEA. Un enfoque personalizado permite identificar fortalezas y desafíos de cada persona, diseñando un plan adaptado a sus necesidades.

Objetivos principales:

  • Análisis funcional del lenguaje y la comunicación: Comprender la función de las conductas comunicativas (verbales y no verbales) para crear estrategias que las sustituyan por alternativas más funcionales.
  • Evaluación de habilidades receptivas y expresivas: Valorar la comprensión del lenguaje (vocabulario, gramática, instrucciones, narrativas) y la capacidad para expresar ideas, ya sea de forma verbal, no verbal o mediante sistemas alternativos.

Técnicas de intervención

  • Sistemas de Comunicación Aumentativa y Alternativa (CAA): Uso de pictogramas, tableros de comunicación o dispositivos con salida de voz para complementar o sustituir el lenguaje oral.
  • Apoyo visual y estructuración del entorno: Horarios visuales, secuencias de tareas y reglas sociales visuales para dar claridad, previsibilidad y reducir la ansiedad.
  • Rutinas comunicativas y uso del juego: Crear rutinas predecibles y usar el juego como herramienta natural para fomentar interacción social y comprensión del lenguaje.
  • Trabajo en contextos naturales: Practicar habilidades comunicativas en hogar, escuela y comunidad para asegurar su generalización.

Importancia del entorno

El éxito de la intervención logopédica depende también del entorno. Es fundamental:

  • Trabajo con familia, escuela y profesionales: Coordinación entre logopedas, familias, educadores y terapeutas para mantener la coherencia en las estrategias.
  • Generalización de avances: Practicar y reforzar habilidades en diferentes entornos sociales.
  • Empoderar al entorno: Capacitar a familias y educadores con estrategias adaptadas para fomentar la autonomía comunicativa de la persona con TEA.

Conclusión:
Abordar los trastornos de la comunicación en el TEA requiere comprensión de la diversidad del espectro, una evaluación individualizada y técnicas logopédicas adaptadas. El éxito depende de la colaboración con el entorno y de crear un ecosistema de apoyo que potencie la comunicación funcional, la autonomía y la participación social.

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