Tratamiento de trastornos de la voz en adultos

La voz es un instrumento que utilizamos para comunicarnos con nuestro entorno diariamente. Además, suele ser característica de cada persona, de manera que podemos identificar quién habla sin necesidad de verla, una vez la conocemos, incluso distinguir cuándo comienza a hablar otra persona durante una conversación, independientemente del contexto en el que estemos.

Cuando la voz está alterada, pueden aparecer dificultades para hablar, en cual caso hablaríamos de disfonías. Pero puede ocurrir que se produzcan episodios en los que la ausencia de voz es total, por lo que se trataría de afonía.

Importancia de la voz en la comunicación diaria y en contextos profesionales

Autores como Agostini-Zampieron, Barlatey-Frontera y Arca-Fabra indican que el 5% de la población española sufre o ha sufrido algún trastorno en la voz, siendo más frecuente en el caso de las mujeres debido a aspectos funcionales y fisiológicos, ya que su laringe es más pequeña y la frecuencia de vibración de sus cuerdas vocales es mayor que en hombres.

La etiología de los trastornos de voz es muy variada, pero también lo puede ser el efecto que tiene sufrirlos en la vida diaria de una persona, ya que, en ciertos casos, cuando la persona necesita hablar mucho, pueden llegar a ser incapacitantes, sobre todo teniendo en cuenta un contexto laboral relacionado con la docencia, la medicina, la venta de productos que requieren de explicación hacia los clientes o captación de los mismos (ejemplo, comerciales), entre otros. De hecho, según algunos autores como Bosque, García, Mendes y Neves, en el ámbito docente, la prevalencia de estas patologías puede alcanzar valores equivalentes al doble o el triple que en la población normal.

Es importante observar cuándo aparece el trastorno, cuál es su duración y la frecuencia de episodios que se repiten, además del grado en que limita la comunicación de la persona, por lo que habrá que acudir al especialista correspondiente lo antes posible cuando se observe que existen alteraciones o pérdidas de voz frecuentes y duraderas, para que valore las causas que pueden estar influyendo y buscar las posibles soluciones.

Causas de los trastornos de la voz

Los factores que pueden influir en la voz y que pueden llegar a provocar trastornos en la misma están relacionados tanto por hábitos diarios como patologías que pueden incidir tanto directa como indirectamente. Entre ellos podemos encontrar los siguientes:

  • Abuso vocal y uso inadecuado de la voz: hablar mucho y sin descansos, gritar o elevar la voz en lugares ruidosos, mala coordinación fonorrespiratoria, realizar esfuerzos al hablar, etc.
  • Abuso de sustancias nocivas o perjudiciales para el organismo, como el alcohol o el tabaco.
  • Estar expuestos a factores que producen sequedad en las vías respiratorias superiores o que provocan cambios bruscos de temperatura, como aire acondicionado, estufas, corrientes de aire…
  • Consumo de sustancias que también provocan sequedad, como el café o el mentol.
  • Patologías respiratorias, como el asma, o alergias a sustancias ambientales como ácaros, plantas, etc.
  • Exposición a sustancias químicas tóxicas, como productos de limpieza, de peluquería, humo, polvo, etc.
  • Algunas patologías neurológicas o trastornos hormonales (menopausia, tiroidismo).
  • Patologías de tipo psicológico como ansiedad o depresión, incluso estrés crónico.
  • Reflujo gastroesofágico o vómitos constantes.
  • Intervenciones quirúrgicas en las que se elimina algún tipo de cáncer en la zona del cuello y/o lesión de los nervios adyacentes a las cuerdas vocales.
  • Alteraciones médicas de las cuerdas vocales como nódulos, pólipos, edemas, laringitis crónica…

Tipos de trastornos de la voz

1. Disfonía

En la disfonía aparecen alteraciones de la voz que afectan a su intensidad, timbre, resonancia… Cuando se produce en niños se denomina disfonía infantil. Cuando existe ausencia de voz hablamos de afonía.

Entre las causas más frecuentes podemos encontrar:

  • abuso de sustancias irritantes, como el tabaco.
  • patologías que irritan las vías respiratorias superiores, como resfriados o gripes.
  • tumores en la zona del cuello y la garganta.
  • abuso o mal uso de la voz.

Normalmente, el abuso o mal uso de la voz produce disfonías funcionales, en las cuales suele existir tensión muscular en la zona del cuello, laringe, etc. que se produce al hablar. En ocasiones, dichas disfonías pueden derivar en disfonías orgánicas, que tienen lugar cuando aparece una lesión en las cuerdas vocales debido a la tensión, como puede ocurrir en el caso de los nódulos vocales. No obstante, este último tipo también puede aparecer cuando se producen pólipos (muchas veces derivados por el tabaquismo), irritación de las mucosas, tumores, malformaciones, etc.

2. Alteraciones en la prosodia

Las alteraciones en la prosodia aparecen cuando existe una afectación en la entonación, el ritmo y la melodía del habla, provocando distorsiones en la forma de percibir e interpretar el lenguaje hablado, influyendo en una comunicación efectiva..

Entre las causas más comunes aparecen algunas condiciones neurológicas, como afasia o autismo, algunas enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, etc.

Evaluación logopédica

El proceso de evaluación logopédica en la disfonía se basa en el análisis de los informes médicos aportados, teniendo en cuenta también algunas patologías que pueden estar relacionadas de una forma directa o indirecta, para lo cual se realiza también un cuestionario que el paciente debe responder.

Por otra parte, también se observa y se valoran aquellos hábitos que pueden resultar perjudiciales, como, por ejemplo, si suele hablar mucho y gritar, si está expuesto a productos tóxicos frecuentemente, qué molestias suele percibir en su garganta (dolor, sequedad, sensación de cuerpo extraño…). Además, es importante conocer cómo varían los síntomas, cuándo mejoran/empeoran (a lo largo del día o de la semana).

Se realiza también una exploración de la forma de hablar del paciente observando si hace pausas para respirar o no, si se queda sin aire al final de las frases o aparece fatiga, si su discurso suele ser rápido, si vocaliza o no…

Se analiza también su coordinación fonorrespiratoria teniendo en cuenta la duración máxima del soplo y la fonación y si se realiza pausas adecuadamente o no cuando habla.

Asimismo, se estudian aquellas características de la voz que aparecen alteradas (timbre, resonancia, tono, etc.) y qué suele ocurrir en la voz hablada y cantada.

Tratamiento logopédico de los trastornos de la voz

Para comenzar el tratamiento, es importante tener en consideración la importancia de la relajación, sobre todo en la zona del cuello y los músculos adyacentes a las cuerdas vocales. Además, es conveniente realizar una relajación corporal general y disminuir aquellos factores que puedan producir estrés en la vida diaria.

En cuanto a la relajación general, un ejemplo de las técnicas recomendadas puede ser la relajación muscular progresiva de Jacobson. Respecto a la relajación en las zonas adyacentes a las cuerdas vocales, es recomendable realizar ejercicios de cuello y hombros, además de recibir sesiones de fisioterapia para eliminar las tensiones musculares derivadas de la sobrecarga de dichas zonas.

1. Técnicas de respiración

Las técnicas de respiración son fundamentales en el tratamiento de la disfonía, ya que el uso de una respiración adecuada puede mejorar la calidad vocal, disminuir la tensión en las cuerdas vocales y mejorar la producción de sonido.

Algunas de las técnicas más efectivas pueden ser:

  • Respiración diafragmático-abdominal: con este tipo de respiración, se trata de hacer uso del diafragma para mejor control del flujo de aire y aumentar la capacidad pulmonar.
  • Respiración controlada con exhalación prolongada: ayuda a mantener el flujo de aire constante durante el habla, reduciendo también la presión en las cuerdas vocales. Una variación de esta es posible realizando una exhalación emitiendo lentamente el sonido “sss”, como un silbido.
  • Técnica de 4-7-8: es una forma de entrenar la capacidad pulmonar y gestionar la respiración. Consiste en inhalar durante 4 segundos, sostener la respiración durante 7 segundos y exhalar lentamente por la boca durante 8 segundos.

2. Ejercicios de calentamiento vocal

Las cuerdas vocales son bandas flexibles formadas por tejido muscular, por lo que es importante prepararlas cuando las vamos a utilizar, ya sea para hablar o cantar, sobre todo cuando va a ser durante mucho tiempo. Para ello, es recomendable realizar ejercicios para calentar, comenzando suavemente.

Podemos comentar con algunos ejercicios relacionados con la relajación de lengua, labios y garganta, como puede ser imitar el bostezo, abrir y cerrar la boca, sacar la lengua y volverla a esconder, pasar la lengua por los dientes, realizar vocalizaciones sin voz (colocando la boca como si dijeras vocales de una manera un poco más exagerada que de normal, pero sin emitir sonido: AO, AU, UEA, OAUE…) entre otros.

También es posible realizar algunos ejercicios con escalas musicales, subiendo y bajando los tonos, con diferentes variantes y duraciones. Además, podemos hacer zumbidos con sonidos como B, M o N, vibración de labios, de lengua…

3. Entrenamiento en la modulación de la voz

Para la modulación de la voz, es posible realizar ejercicios con palabras y, posteriormente con frases, en las que tengamos en cuenta la respiración para comenzar a hablar/cantar, la gestión del aire durante la fonación (sin apurarlo nunca para intentar terminar las frases) y vocalizar adecuadamente, de manera que evitemos tensar las cuerdas vocales y otras zonas musculares de la zona laríngea o adyacentes. Dichos ejercicios pueden ser realizados mediante entonaciones cantadas o el voz hablada pero con variaciones de tono.

Una variante que podemos emplear también es la pronunciación de oraciones exclamativas o interrogativas utilizando únicamente las vocales, lo cual ayuda también a mejorar la vocalización.

4. Reeducación vocal

Debido a la multitud de factores que pueden intervenir y provocar disfonías, es importante corregir todos aquellos que puedan estar influyendo para disminuir al máximo los riesgos.

Cuando se trate de patologías que irriten la garganta (faringitis, laringitis, etc.) se tendrá que acudir al médico para que realice la valoración correspondiente y paute el tratamiento adecuado que disminuya la irritación o cualquier otro síntoma (tos, dolor…). Además de esto, es recomendable proteger el cuello, la nariz y la boca cuando sea necesario para evitar enfriamientos.

Es importante también mantener una buena hidratación, bebiendo agua a lo largo del día, mínimo un litro y medio.

Debemos intentar no exponernos a ambientes donde haya sustancias tóxicas (humos, productos químicos, etc.) ni a cambios bruscos de temperatura.

Evitar gritar, hablar mucho y muy rápido, haciendo las pausas necesarias para tomar aire durante la fonación, sin forzar ni tensar, y realizar reposos relativos de la voz, sobre todo cuando comiencen a aparecer molestias o, si existe tendencia a sufrir disfonías, para prevenirlas.

También es recomendable respirar más por la nariz que por la boca, ya que la respiración nasal presenta muchas ventajas como humedecer el aire inhalado, además de servir de filtro natural, ya que atrapa las partículas provenientes del polvo, polen, bacterias y virus para evitar que lleguen a la garganta y a los pulmones.

Recomendaciones para el cuidado de la voz en adultos

  • Corregir malos hábitos vocales. Modelo familiar adecuado (aprendizaje por imitación).
  • Hablar normal y desde cerca.
  • Vocalizar.
  • Favorecer ambientes tranquilos y relajados.
  • Cuidado en extraescolares: deportes (gritos, sudor, cambios de temperatura, enfriamientos…).
  • Proteger cuello, nariz y boca.
  • Realizar relajación.
  • Evitar/disminuir alimentos/bebidas muy fríos y muy calientes.
  • Evitar ambientes ruidosos, con humo o con productos químicos.
  • Evitar productos con mentol. Irrita las mucosas y reseca.
  • Controles por médico, pediatra y otorrinolaringólogo.
    • Revisión de nariz para descartar: respiración inadecuada, desviación tabique nasal, vegetaciones, mucosidad abundante…
    • Revisión de garganta y cuerdas vocales para descartar: hipertrofia de amígdalas, irritación de garganta, patologías en cuerdas vocales…
    • Revisión de oídos para descartar: sordera o pérdida auditiva (hipoacusia), otitis recurrentes y frecuentes, mucosidad…
  • Tratamientos logopédicos:
    • Seguir consejos anteriores.
    • Tratamiento con ejercicios de relajación, respiración, calentamiento e impostación vocal (según edad).
    • Una de las técnicas empleadas es el Lax Vox, cuya finalidad es la disminución de la tensión y la fatiga musculares en las cuerdas vocales y las zonas adyacentes, y se utiliza para el entrenamiento y calentamiento de la voz. Consiste en realizar una serie de ejercicios a través de un tubo que hay que introducir en una botella con un poco de agua.

¿Cuándo buscar ayuda logopédica?

En muchos casos, las consultas a un logopeda vienen posteriormente a una consulta médica, que suele comenzar en atención primaria y, cuando no se observa mejoría con el tratamiento recomendado, es derivado al especialista correspondiente (normalmente el otorrinolaringólogo) que podrá realizar una exploración más completa y determinará el nuevo tratamiento a seguir, que podrá ser de tipo rehabilitador (logopedia) o quirúrgico o ambos.

Habitualmente, damos poca importancia a los trastornos de la voz y comenzamos a buscar ayuda cuando observamos que afectan a nuestra vida diaria, a nivel laboral y/o personal, de una forma recurrente e, incluso en algunos casos, duradera.

Lo recomendable es acudir a una valoración cuando la disfonía persiste durante más de 15 días, pudiendo manifestarse como voz ronca, pérdida de voz total, fatiga al hablar durante un largo tiempo y/o al final de un día, cambios de tono, dificultades para cantar o para alzar la voz, molestias en la garganta (por ejemplo, sensación de cuerpo extraño, picor, escozor, sequedad).

Como podemos ver, el tratamiento logopédico puede mejorar la calidad de la voz y, por tanto, la comunicación entre las personas, por lo que es importante realizar las valoraciones pertinentes para iniciar la intervención lo antes posible y minimizar las molestias que puedan aparecer cuando aparece una alteración de la voz. Además de los especialistas encargados de tratar las patologías que puedan estar influyendo de forma directa o indirecta en las alteraciones de la voz, la figura del logopeda adquiere un papel relevante en este ámbito, aunque resulte desconocido para muchos.

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