Principales trastornos del habla en adultos y cómo tratarlos

En la vida adulta, el habla y el lenguaje se vuelven herramientas fundamentales para la comunicación y la interacción social. Sin embargo, diversos factores como el deterioro cognitivo, los traumatismos craneoencefálicos o los accidentes cerebrovasculares pueden dar lugar a trastornos del habla que afectan significativamente la calidad de vida. En este artículo, exploraremos los principales tipos de trastornos del habla en adultos, sus causas subyacentes y cómo abordarlos de manera efectiva. Comprender estas condiciones y su impacto potencial en la función del habla y el lenguaje es esencial tanto para las personas que experimentan estos desafíos como para quienes las apoyan en su camino hacia una comunicación mejorada y un bienestar general.

Tipos de trastornos del habla en adultos

En el caso de los adultos, el lenguaje y el habla están aprendidos e instaurados ya, por lo que los problemas que aparecen en estos aspectos suelen venir ocasionados por deterioro cognitivo, por traumatismo craneoencefálico o por ictus, entre otras causas.

Dichos trastornos pueden producirse de manera repentina o progresiva. Además, pueden afectar a la expresión o la comprensión del lenguaje, incluso a ambos al mismo tiempo.

Los trastornos del habla más comunes en los adultos son: afasias, disartrias, trastorno del lenguaje y mutismo selectivo.

Asimismo, además de afectar al aspecto comunicativo, puede afectar a nivel emocional a la persona que padece el trastorno, ya que puede afectar a la autoestima o producir aislamiento social, falta de motivación, etc. En algunos casos, cuando el paciente sufre otros daños a nivel físico o mental, también pueden provocar dependencia de otras personas de su entorno o cuidadores que les ayuden en su vida diaria, ya que puede haber asociada una parálisis de una parte del cuerpo (como ocurre en algunos ictus o traumatismos). Dicha dependencia puede ser temporal o definitiva, incluso parcial (el paciente necesita ayuda para algunas tareas únicamente) o completa (la persona necesita ayuda para todo durante todo el día), dependiendo de la gravedad de la afectación.

Tanto en la valoración como en la intervención de estos casos, es importante que exista implicado un equipo multidisciplinar, el cual puede estar formado por médicos especialistas (por ejemplo, neurólogos, otorrinolaringólogos…), además de fisioterapeutas, logopedas, psicólogos y terapeutas ocupacionales, según las necesidades que presente cada paciente.

¿De dónde pueden venir este tipo de trastornos?

Las causas más frecuentes que provocan estos trastornos pueden ser, entre otras:

  • Demencia.
  • Alzheimer.
  • Parkinson.
  • Esclerosis múltiple.
  • Esclerosis lateral amiotrófica.
  • Traumatismo craneoencefálico.
  • Tumor cerebral.
  • Accidente cerebrovascular.
  • Accidente isquémico.
  • Hipotonicidad muscular facial.
  • Parálisis facial y/o lingual.
  • Efectos secundarios a algunos fármacos o drogas.
  • Cirugía de cuello o lengua por cáncer.

¿Qué podemos hacer para reducir los riesgos de sufrir algún trastorno del habla?

En el caso de trastornos ocasionados por ictus, como puede ser la afasia o la disartria, se recomienda seguir una dieta sana y equilibrada, además de realizar ejercicio, y evitar los factores de riesgo como estrés, obesidad, sedentarismo, tabaquismo, alcoholismo, hipertensión, colesterol y diabetes, tomar drogas.

En algunas ocasiones, es posible que el trastorno no se pueda evitar, como ocurre con los tumores cerebrales, en los que las lesiones pueden variar y afectar a diversas partes del cerebro, con consecuencias diversas. Lo mismo puede ocurrir en el caso de las enfermedades degenerativas, en las que el trastorno del habla puede aparecer de forma paulatina, por lo que el tratamiento estaría enfocado a intentar ralentizar lo máximo posible la evolución del trastorno.

Es importante buscar ayuda profesional cuando empiezan a producirse alteraciones en el habla, ya que pueden afectar a las relaciones sociales y al estado anímico de las personas que lo padecen. Incluso, en algunos casos, puede afectar a los familiares y otras personas del entorno del paciente que se preocupan por él y por su bienestar.

Trastornos del lenguaje en adultos más habituales

Afasia

La afasia puede afectar tanto a la expresión como a la comprensión, a nivel oral y/o escrito. Se produce por una lesión cerebral que altera partes del cerebro relacionadas con dichas funciones.

Disartria

En el caso de la disartria aparece alterada la articulación de lenguaje y/o una disminución del ritmo de habla, llegando a ser ininteligible en algunos casos. Se produce por debilidad muscular en la musculatura implicada en el habla o por una falta de control de la misma. Suele ser causada por problemas en el sistema nervioso, parálisis faciales o uso de algunos medicamentos que afectan a los órganos bucofonatorios.

Trastorno del lenguaje (TL)

Se da cuando las dificultades en la adquisición del lenguaje que se producen de niño, se mantienen durante la edad adulta.

Mutismo selectivo

Se produce cuando la persona sabe y puede hablar y comprender correctamente, pero no lo hace en algunas situaciones sociales o con algunas personas, sin embargo, no tiene problemas para mantener una conversación normal con otras personas. Suele ser un trastorno psicológico que puede originar ansiedad a quien lo padece cuando se siente obligada a hablar con aquellas personas que le provocan malestar.

Tratamiento logopédico de trastornos del habla

El tratamiento logopédico estará enfocado en el tratamiento de aquellos aspectos que aparezcan alterados. Además, en algunos casos, es recomendable que sea complementado con otras terapias con otros profesionales que pueden ayudar a la persona con otros problemas causantes del trastorno del habla o derivados de éste, como son psicólogos, neurólogos o terapeutas ocupacionales, ya que pueden aparecen otros problemas que provoquen estos trastornos (como una enfermedad neurodegenerativa) o que dichos trastornos deriven en otros (ansiedad, depresión, baja autoestima).

En el ámbito logopédico, como hemos dicho, nos basaremos en aquellos aspectos en los que aparezcan dificultades y los objetivos estarán enfocados a:

  • Favorecer la movilidad de los órganos bucofonatorios.
  • Disminuir la tensión muscular de estos órganos cuando aparezca.
  • Aumentar la tensión muscular de dichos órganos cuando estén débiles.
  • Lograr la articulación adecuada de todos los sonidos.
  • Mejorar la comprensión del lenguaje oral/escrito.
  • Favorecer el uso adecuado del lenguaje oral/escrito.
  • Estimular el uso de un ritmo de habla normal.
  • Aprender a utilizar la respiración de forma adecuada y coordinada con la fonación.
  • Mejorar la voz en los casos en los que esté alterada.

También se podrá valorar cualquier aspecto que pueda estar influenciado por la dificultad que padece cada paciente para ser remitido al especialista correspondiente, si la situación se escapa de las competencias del propio logopeda.

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