Retrasos del lenguaje en niños

El desarrollo del lenguaje en los niños es un hito crucial en su crecimiento y desarrollo. Sin embargo, algunos niños pueden experimentar retrasos en este proceso, lo que puede afectar su capacidad de comunicarse y relacionarse con su entorno. En este artículo, exploraremos en detalle qué son los retrasos del lenguaje en niños, los hitos del desarrollo lingüístico y cómo detectar y tratar estos retrasos tanto en casa como con la ayuda de un logopeda.

¿Qué es el retraso en el lenguaje?

El retraso del lenguaje se produce cuando el niño adquiere los nuevos elementos lingüísticos de una forma más lenta de aquello que corresponde a su grupo de edad cronológica.  El desarrollo de su lenguaje sufre un desfase tardío respecto a los niños de su edad, aunque suelen seguir las mismas fases que ellos.

Normalmente afecta a la expresión, aunque, en ocasiones, también puede verse comprometida la comprensión.

¿Qué lenguaje debe tener un niño de un año?

Entre 0 y 3 meses, aparecen los balbuceos, comienza a utilizar diferentes tipos de llanto según sus necesidades y reconoce a los familiares o personas más cercanas, riéndose. Se sobresalta con ruidos muy fuertes y es más capaz de reír o escuchar con atención cuando se le habla.

Entre 4 y 6 meses, comienza a manifestar emociones con su voz (alegría, enfado). Emplea un balbuceo más elaborado y complejo, más similar al habla, utilizando los fonemas bilabiales /p/, /b/ y /m/. Busca el origen de la fuente sonora y responde a los cambios de tono de voz.

Entre 7 meses y un año, el niño ya es capaz de llamar la atención de los demás mediante habla o diferentes sonidos más extensos, disminuyendo su llanto. Aparecen sus primeras palabras, haciendo referencia a personas u objetos familiares. Asimismo, emplean un habla telegráfica. Juega y se divierte con rimas, canciones… acompañados de expresiones faciales y gestos. Responde a preguntas y órdenes sencillas.

¿Qué lenguaje debe tener un niño de entre 1 y 2 años?

  • El niño utiliza gestos, como señalar o despedirse con la mano.
  • Aparecen vocalizaciones.
  • Mezclan palabras comprensibles con otras inventadas.
  • Suelen decir entre 20 y 50 palabras inteligibles para las personas de su entorno.
  • Conocen el nombre de personas cercanas, de las partes del cuerpo y de diferentes objetos conocidos.
  • Entienden órdenes sencillas.

¿Qué lenguaje debe tener un niño mayor de dos años?

  • Siguen empleando gestos.
  • Algunos niños hablan mucho.
  • Cuando hablan poco, mezclan gestos y expresiones faciales.
  • Nombran partes del cuerpo, juguetes preferidos, animales conocidos.
  • Confunden los pronombres “mí” y “tú”, pero los emplean.
  • Construyen frases sencillas, de 2 palabras, con significado.
  • Con 3 años pueden utilizar entre 150 y 200 palabras.
  • Comprenden mejor nombres de objetos y órdenes sencillas.

¿Cuándo hay retrasos en el lenguaje?

  • Se observa un retraso en el lenguaje cuando el niño no utiliza gestos con 1 año o, cuando cumplidos los 18 meses, únicamente se comunica con ellos y sin emplear vocalizaciones.
  • Las primeras palabras suelen aparecer alrededor de los 24 meses. Su vocabulario es reducido respecto a niños de su misma edad.
  • Cuando comienzan a hablar, persisten errores de tipo fonológico, con sustitución u omisión de uno o varios fonemas y/o sílabas. Habla de forma más infantil que lo que corresponde a su edad.
  • Su lenguaje es telegráfico, con frases cortas o con 6-7 elementos sin nexos ni flexión verbal.  No usa adecuadamente artículos, pronombres, etc. Mezcla palabras en singular y plural. También aparecen alterados los tiempos verbales. Une palabras adecuadamente a partir de los 3 años.
  • Muestra dificultades en la comprensión de conceptos abstractos (colores, formas, figuras espacio-temporales).
  • La iniciativa comunicativa se puede ver reducida, ya que pueden llegar a darse cuenta de que fallan al hablar y, en ocasiones, evitan hacerlo.

¿Cómo tratarlo en casa?

Para ayudar a un niño con retraso de lenguaje, la familia debe tener en cuenta una serie de pautas:

  • Hablar al niño de una forma sencilla y clara, adaptando el lenguaje a su edad.
  • Animarle a repetir palabras sencillas, relacionadas con su entorno.
  • Favorecer un clima de comunicación tranquilo y positivo.
  • Darle su tiempo para responder.
  • Jugar con él estimulando su lenguaje y su habla: canciones, rimas, juegos de memoria, juguetes que le gusten, juguetes educativos, etc.
  • Repetir lo que él dice, de manera correcta, facilitando una escucha activa. 
  • No decirle al niño que repita constantemente lo que ha dicho ni hacer hincapié en que se ha equivocado. Animarle en sus intentos de comunicación, a pesar de que cometa errores de articulación.
  • Jugar con ellos estimulando la motricidad orofacial: hacer pompas, soplar velas, hacer burbujas en agua con una pajita, mover la lengua en todas las direcciones, dar besitos, hacer vibrar los labios y la lengua, inflar mejillas…
  • Leer cuentos con ellos.

¿Cómo lo trata un logopeda?

Una vez realizada la valoración correspondiente, el tratamiento logopédico estará enfocado a tratar aquellos aspectos del lenguaje que aparezcan alterados y normalmente se realiza a través de juegos y/o actividades lúdicas que motiven más al niño en su aprendizaje, en los cuales se pueden incluir algunos de estos ejemplos:

  • Praxias orofaciales para mejorar la movilidad y tonicidad de los músculos de la boca implicados en la producción del habla.
  • Ejercicios para facilitar la adecuada articulación de los sonidos alterados.
  • Estimulación mediante canciones y otros tipos de juegos en los que esté implicado el lenguaje, para ampliar el vocabulario.
  • Juegos para fomentar el reconocimiento de los diferentes sonidos y la discriminación auditiva.
  • Juegos para construcción de oraciones, mediante imágenes, pictogramas u otros recursos.

[h3]¿Cuándo visitar a un logopeda?

Es recomendable acudir al logopeda, entre otros, en casos como estos: 

  • Cuando se observa que el niño no presenta apenas iniciativa para comunicarse.
  • Cuando persisten los errores en la articulación de aquellos sonidos que ya debía tener adquiridos en su grupo de edad (los omite o sustituye).
  • Cuando no habla o lo hace muy poco.
  • Cuando se comunica de una manera muy neutra, sin el uso de gestos y/o cambios en las expresiones faciales. 
  • Cuando aparecen errores en la construcción de oraciones utilizando palabras que no se combinan adecuadamente, frases inconexas o con uso inadecuado de los verbos. 
  • Cuando no comprende correctamente órdenes y preguntas sencillas.

En todos estos casos se debe valorar cuáles son los errores que se pueden considerar normales para la edad del niño y su persistencia en el tiempo, teniendo en cuenta el desarrollo normal de cada grupo de edad.

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