Depresión postparto: Síntomas, causas y estrategias de prevención

Bienvenidos a nuestro espacio dedicado a la psicología perinatal. En esta entrega, exploraremos una realidad compartida por muchas mujeres: la depresión posparto. Abordaremos sus síntomas, diferenciándolos del baby blues, sus causas, factores de riesgo, y cómo la detección temprana y el apoyo adecuado son esenciales para la salud emocional de la madre y el bebé.

¿Qué es la depresión postparto?

La depresión posparto es un trastorno del estado de ánimo que se presenta en el 10-15% de las mujeres tras el parto o tras sufrir una pérdida gestacional.

Principalmente aparecen síntomas como tristeza, desánimo, ansiedad, irritabilidad, falta de energía y cambios en el sueño o la alimentación. Estos síntomas interfieren en las actividades diarias de la mujer así como tambien en sus funciones maternas.

La depresión posparto puede aparecer 1 semana o 1 año después del parto.

Síntomas

Los síntomas de la depresión posparto a veces pueden confundirse con la melancolía posparto o baby blues. Por eso es importante que podamos ver en qué se diferencian ambas, y cómo podemos sospechar que se trata de una depresión postparto.

Síntomas de la melancolía posparto

La melancolía posparto, también conocida como Baby Blues, se trata de una reacción transitoria que aparece a los pocos días y desaparece sola al cabo de dos semanas. Su aparición tiene que ver con los diferentes cambios fisiológicos que ocurren después del nacimiento del bebé (disminución hormonal significativa, aumento del estrés) y otros factores como la falta de sueño por el cuidado del recién nacido. La mujer puede atravesar episodios de ansiedad, temor, inseguridad o tristeza relacionados a este nuevo cambio en la familia o la readaptación en su vida.

Síntomas de depresión posparto

La depresión posparto, por el contrario, tiene una duración mayor a 2 semanas. Puede comenzar en la primera semana tras el parto, como también a lo largo del primer año del nacimiento del bebé.

La depresión postparto cumple con los criterios diagnósticos de la depresión mayor:

  • Pérdida de peso o aumento de peso significativo
  • Insomnio o hipersomnia
  • Agitación o retraso psicomotor
  • Disminución de la capacidad de concentración
  • Pensamientos suicidas u homicidas.

También puede identificarse con:

  • Tristeza extrema
  • Cambios de humor, llanto incontrolado
  • Irritabilidad, ira,
  • Culpa
  • Dolores de cabeza o corporales
  • Ansiedad o ataques de pánico
  • Cansancio extremo
  • Preocupaciones poco realistas sobre el bebé
  • Sensación de ser incapaz de cuidar al bebé o de ser inadecuada como madre
  • Temor de dañar al bebé

Estos síntomas pueden aparecer de forma abrupta o progresiva y generan dificultades en el vínculo materno-infantil, así como en la pareja. Es muy importante detectarlo ya que la depresión posparto afecta a la capacidad de la mujer a cuidar de sí misma y del bebé.

Psicosis posparto

La psicosis posparto es menos frecuente que la depresión, sin embargo, es una afección que junto con la depresión, aumenta los riesgos de suicidio e infanticidio, que son las consecuencias más graves, por lo que es necesario poder detectarla y tratarla de inmediato.

La psicosis posparto también puede aparecer en las primeras semanas o el primer año desde el parto y presenta una sintomatología grave:

  • Confusión o desorientación
  • Pensamientos obsesivos acerca del bebé
  • Alucinaciones o ideas delirantes
  • Problemas de sueño
  • Paranoia
  • Intentos de lesión hacia una misma o el bebé

Causas

La depresión posparto no aparece por una única causa, sino que son varios los factores que contribuyen al desarrollo de este trastorno.

El posparto es un periodo nuero-hormonalmente sensible donde suceden muchos cambios importantes, que pueden facilitar la aparición de sensaciones como el cansancio, la pereza y la depresión.

Por otro lado, el riesgo aumenta con la existencia de un episodio depresivo previo o con la presencia de antecedentes familiares.

Y no nos olvidemos que la llegada de un bebé produce un giro repentino de nuestra vida, y dificulta algunas de las necesidades básicas como el sueño y la alimentación. Esto puede generar elevados estados de agotamiento y estrés, lo cual va a tener un impacto en nuestra capacidad resolutiva, en nuestro humor, y sumándolo a todos los cambios físicos, psicológicos y sociales en esta etapa, puede ser un detonante para la depresión.

Factores de riesgo

Entre los factores de riesgo podemos encontrarnos:

  • Episodios previos de depresión posparto
  • Diagnóstico previo de depresión
  • Antecedentes familiares de depresión
  • Factores estresantes significativos (problemas de pareja, dificultades financieras, mono parentalidad, pareja con depresión…)
  • Falta de apoyo por parte de la pareja, familiares o círculo social.
  • Violencia obstétrica y parto traumático
  • Dificultades con la lactancia

Complicaciones

Sin tratamiento, la depresión posparto se puede resolver espontáneamente o volverse crónica. El riesgo de recurrencia es de 1 en 3 o 4.

Si no se trata, la depresión posparto puede afectar seriamente a la vinculación entre la madre y su bebé, o incluso causar problemas familiares. Por ello es importante poder detectarla y abordarla con la ayuda de profesionales de la salud mental, psicólogos y psiquiatras.

Prevención

Es importante que, si quieres quedarte embarazada y tienes antecedentes de depresión, consultes con los profesionales sobre qué aspectos deberías tener en cuenta para cuidar al máximo de tu salud mental durante todo el proceso.

Los grupos de apoyo pueden ser una gran forma de prevención ya que ofrecen un sostén muy valioso para la mujer. Estos grupos se ofrecen en embarazo, posparto y crianza y son un gran factor de protección.

Que conozcas sobre la depresión posparto también puede ayudarte a detectarla de una forma temprana y, por lo tanto, que el abordaje sea más efectivo y más rápido.

El autocuidado y la psicoterapia “de acompañamiento” además son otras formas de prevención: poner conciencia en que la maternidad es una etapa muy sensible y de gran demanda y necesita de unos cuidados y atención mucho mayores que otros momentos de nuestra vida.

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